Está situada a 3,5 km del centro de Lloret. La primera noticia que se tiene es del año 1376. El templo actual es de finales del siglo XVIII, de estilo neoclásico y tiene un riquísimo altar mayor de mármol, hecho en Italia, y una interesante colección de ex-votos y de barcos en miniatura.
Bajo el "pino centenario" se celebra durante la Fiesta Mayor (festividad de Santa Cristina, 24 de julio) el almuerzo de hermandad de todos los pescadores, donde comen el típico estofat.
Santa Cristina tiene una personalidad propia. Las obras las pagaron todos los habitantes de Lloret, algunos dieron cantidades importantes, los patronos de pesca cedieron una parte importante de sus beneficios. Incluso los que por su pobreza no podían contribuir en las obras con dinero, aportaron su trabajo personal en días festivos. El punto de concentración de toda esta gente era la Plaza de la Iglesia, y de allí marchaban hacia Santa Cristina de Vall-Arnau donde oían Misa en la ermita vieja, que quedaba en pie dentro del recinto de la que se estaba edificando, dado que no se permitía que fuera derribada hasta que la ermita nueva estuviera en condiciones.
En cuanto al estilo arquitectónico, predomina el grecorromano. Lo más importante desde el punto de vista artístico es el altar mayor, de mármol de diferentes colores. El retablo es una gran pintura de un autor desconocido, de la escuela toscana, que representa la muerte de Santa Cristina, asaeteada, ante el gobernador Juliano. En la nave y en la Sacristía se puede ver una colección de ex-votos que consisten en barcos en miniatura, ofrecidos a la Santa por los marineros. Los más famosos, el "Sebastià Gumà", premiado con una medalla de plata en la isla de Cuba, una nave de 62 cañones, y una pequeña nave de marfil, de delicada manufactura, todos del siglo XVIII. También la devoción a Santa Cristina movió al pueblo a adquirir, en el transcurso de los siglos, tres de las reliquias más importantes de la Santa: el cráneo, una costilla y un fémur. La costilla y el fémur desaparecieron a consecuencia de la Revuelta de 1936. Se conserva el cráneo y un hueso pequeño, reliquia, ésta última, transportada en procesión marítima cada año durante las Fiestas de Santa Cristina.